II. LA TRILOGÍA AERÓBIC-PESAS-ESTIRAMIENTOS.
1. AERÓBIC.
Mucha
gente considera que no necesita hacer pesas porque ya "hace ejercicio",
refiriéndose a rutinas de tipo aeróbico o cardiovascular como correr,
ir en bici o hacer clases de steps o aeróbic.
Estas actividades son fundamentales porque estimulan el buen
funcionamiento del corazón y los pulmones. Un sistema cardiovascular en
buena forma se traduce en unas venas y arterias más fuertes, flexibles y
limpias, capaces de transportar mejor los nutrientes y el oxígeno a
todo el organismo, así como eliminar los desechos producidos por la
actividad celular. La práctica cardiovascular (bombeo rítmico del
corazón y aporte constante de oxígeno) durante un tiempo prolongado
superor a 30 minutos se manifiesta en una buena forma física,
resistencia, fondo, eliminación de grasas y en el mejor funcionamiento
del corazón, pulmones, cerebro y el organismo en general.
Pero no garantiza la fortaleza y el buen estado de todos nuestros
músculos por igual y nuestro cuerpo en general. Una persona con una
buena forma física aeróbica puede tener tendencia a dolores lumbares,
fracturas de huesos, lesiones en las rodillas y otras articulaciones,
etc.
2. PESAS.
Los
ejercicios con pesas tonifican y fortalecen las partes de nuestro
cuerpo por separado, y más especialmente los músculos, huesos, tendones y
articulaciones.
Al desarrollar, aunque mínimamente, la masa muscular, ésta quema mucha
más grasa y produce más hormonas de la juventud y L-Glutamina (agentes
químicos que fortalecen el sistema inmunológico y le aportan salud y
vitalidad a nuestras células y tejidos). El resultado no siempre se
manifiesta en gran pérdida de peso, pero sí de grasa: un cuerpo más
estilizado, menos fofo y blando.
Unos músculos y huesos más fuertes se traducen en un mayor equilibrio
(menos caídas, más reflejos), previniendo lesiones musculares (como los
dolores lumbares), de huesos y articulaciones.
3. ESTIRAMIENTOS.
La última parte de la trilogía de ejercicios para un buen estado físico
consiste en los estiramientos. Lentos y suaves, desde que abrimos y
desperezamos la naturaleza sabia de nuestro cuerpo nos transmite una
forma eficaz de despertar, tonificar y poner en marcha nuestro
organismo. Unos estiramientos apropiados, antes y después de algún tipo
de ejercicios (aeróbicos o pesas) preparan el cuerpo y previenen
lesiones. Recomendables incluso cuando no realizamos aparentemente
ningún tipo de ejercicio (la vida misma, mientras estemos en movimiento,
es un ejercicio; y cuando nuestra vida cotidiana es excesivamente
sedentaria, los estiramientos también previenen el entumecimiento y
atrofia). En general, los estiramientos previenen tensiones (cervicales,
lumbares, etc.), lesiones por vicios de la postura corporal (en las
rodillas, tobillos, caderas, etc.) y otras molestias, como tortícolis,
etc.
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