Estrés genera aumento de peso
Se llama cortisol y es conocida como la hormona del estrés. Nuestro organismo la produce ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentar los problemas y su impacto en el metabolismo es muy importante.
Cuando el organismo está sometido a una situación de estrés crónico, interno o externo, se disparan en el organismo los niveles de cortisol y, al ser el único proveedor de glocosa del cerebro, tratará de conseguirla por diferentes vías: destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a otros tejidos
De esta forma, todas las funciones anabólicas de recuperación, renovación y creación de tejidos se paralizan y el organismo cambia al metabolismo catabólico para resolver esa situación de alarma.
Síntomas de niveles elevados de cortisol
- Cambios en el comportamiento: irritabilidad constante y sentimientos de ira; falta de sentido del humor y ganas de llorar
- Síntomas físicos: cansancio permanente (aunque no se realice ninguna actividad), dolores de cabeza, palpitaciones, hipertensión, falta de apetito o gula desmesurada, problemas digestivos, orina frecuente, diarrea o estreñimiento dolores o calambres musculares, infertilidad e interrupción de la menstruación.
- Pérdida de memoria debido a que los altos niveles de cortisol daña la conexión entre células cerebrales
- Disminución de las defensas
Pautas para controlar el cortisol
Aunque no es sencillo controlar el cortisol, existen varias pautas que nos ayudarán a mantener los niveles adecuados, por ejemplo:
- Debes suministrar a tu organismo todos los nutrientes necesarios para prevenir cualquier deficiencia, proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales, carbohidratos complejos, vitaminas y minerales. Una disminución en la ingesta calórica es un aumento de los niveles de cortisol, por lo que es aconsejable consumir huevo, leche y cereales integrales, que son ricos en triptófano (aminoácido que estimula la producción de serotonina, la hormona del bienestar).
- Evitar el consumo de bebidas excitantes (café, refrescos de cola y alcohol). También debemos eliminar los edulcorantes artificiales, sobre todo el aspartame, que estimula en exceso el funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
- Es muy importante dormir ocho horas por la noche para que nuestro organismo ponga en marcha el mecanismo de renovación y recuperación celular.
- Practicar con frecuencia: yoga, tai-chi, ejercicios de relajación meditación, o técnicas de respiración que ayuden a contrarrestar los periodos de tensión.
- En todos los casos, es muy importante consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud.
¿Por qué engorda el estrés?
El cortisol provoca el aumento de insulina y la elevación de estos niveles desencadena un aumento del apetito, especialmente por consumir dulces y féculas. Esta forma de comer favorece el almacenamiento de grasa, generando altos niveles de sustancias inflamatorias en el hígado.
Por otro lado, el cerebro también se ve afectado, pues al intentar aliviar el estrés con
comida, activamos el centro de recompensa del mismo; por ejemplo, comer
un helado o unas papas fritas nos crea una sensación de bienestar, pero
una vez ha pasado el efecto, sentimos deseos de consumir más de esos
alimentos que, supuestamente, nos relajan.
Por tal motivo, es importante saber cómo manejar el estrés y
conocer la forma en cómo nuestras emociones estimulan nuestro deseo de
comer, para desarrollar estrategias que nos ayuden a alimentarnos mejor y
a evitar ganar esos kilos que pueden ocasionarnos serios daños.
http://enforma.salud180.com/nutricion-y-ejercicio/estres-genera-aumento-de-peso
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